Así en la guerra como en los celos sangre, sudor y lágrimas quedan
al paso de los heraldos negros que nublan la verdad y envenenan.
Cuentas pendientes, rencores viejos, con viento, polvo,
con lluvia, fango; así en la guerra como en los celos.
Un azote en el alma que te empuja a correr, (un eclipse total de la razón)
una venda en los ojos que no te deja ver, una mortaja negra en el corazón.
De los infiernos, fuego y ceniza - a las tinieblas, ceniza y fuego -
caricias vueltas papel de lija; exilio del que jamás se vuelve.
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