Te perdono el montón de palabras que has soplado en mi oído desde que te conozco.
Te perdono tus fotos y tus gatos,
tus comidas afuera, cervezas y cigarros
Es más; te perdono andar como tus andas-tus zapatos de nube- tus dientes y tu pelo.
Te perdono los cientos de razones, los miles de problemas en fin.
Te perdono no amarme.
Lo que no te perdono es haberme besado con tanta alevosía
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