
Fuera del celuloide las cosas cambian, amiga. Las que besamos somos nosotras… lo que se van poniendo en clima paulatinamente son ellos… una especie de oferta después de la demanda.El príncipe no es azul ni es príncipe, nosotras tenemos comprado el caballo blanco y lo vestimos al tipo de azul y le ponemos la capa de príncipe: lo inventamos de la cabeza a los pies.Le inventamos la mirada, la voz, las palabras… y después nos creemos el invento y lo defendemos a dentelladas.La que te cuente que lo encontró ya patentado y todo, te miente
Hola!! Es la primera vez que visito tu blog y me ha parecido muy interesante. Ya me pasaré por aquí más a menudo para ver con qué nos sorprendes. por cierto, te recomiendo cambiar de color el título del blog porque el amarillo no se ve muy bien.¡¡Saludos!!
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