Comprendan que no pretendo ofenderlo tampoco le estoy haciendo
un reproche usted es dueño de su vida de su cuerpo y de sus noches
confieso: Me enamoré como una niña y siento que no estoy arrepentida
disfrute de tu experiencia hasta calmar mi ansiedad.
Fuí dueña de su alcoba y de su almohada lo tuve
beso a beso, piel con piel
y el sol me sorpendió por su ventana cansada de
delirio y de placer
¡Hasta ayer!Y perdone usted señor pero cuando el alma llora
el silencio no es remedio para calmar el sufrir
Supe que tienes otra amante a la que quizás con el tiempo le haras lo mismo que a miel silencio no es remedio para calmar el sufrir
Fué enredándome en sus besos hasta que me volvió presa
y en su juego despiadado me entregó con su pasión luego vino la traición la
cual si yo fuera una niña me dijo que su cariño lo brindaba a quien quisiera
Ya no creo más mentiras
Ni en llanto de Hombre
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